viernes, 6 de diciembre de 2013

Kant y el sentido moral de la historia



Kant  y el sentido moral de la historia
Prof. Líber Romero*
La filosofía de Kant (1724-1804) expresa el final de la ilustración al tiempo que la síntesis de algunas de las preguntas abiertas al comenzar el siglo. Su reflexión sobre teoría del conocimiento (Crítica de la razón pura) y ética (Crítica de la razón práctica) son parte de la discusión hasta el día de hoy.
Su interés en estas esferas de la investigación filosófica a veces lleva a olvidar sus reflexiones sobre el proceso histórico. En forma particular se dedica al tema en su artículo Ideas de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita (1784)  que fue realizado para contestar las ideas expuestas por Herder. Su intención es plantear los principios que tendría que tener una obra que quisiese construir una filosofía de la historia pero al hacerlo deja entrever su visión histórica.
Características generales del pensamiento
Su elaboración del método critico o trascendental, lo lleva a postular que la filosofía debe reflexionar sobre los hechos de la cultura humana (ciencia, arte, religión, moral). Hay que descubrir los principios que hacen posible la ciencia, moral, arte y religión.
Ello presupone: 1)que tiene que existir una relación intrínseca con los hechos de la cultura histórica y 2)buscar las condiciones inherente, las relaciones constantes, las leyes de todo hecho cultural
Kant no quiere imponer principios por fuera de la experiencia. Es opuesto a la metafísica (por sus supuestos indemostrables) y al empirismo (que niega las leyes). Esto  lo lleva a preguntarse cómo se aprende. Su análisis lo llevar a postular que existen  formas a priori de la intuición: espacio y tiempo.
A través de nuestra práctica lo que percibimos son fenómenos, las cosas en si con independencia de la conciencia no son posibles de conocer, únicamente lo son las cosas como aparecen (fenómenos). Las cosas en si solo pueden ser imaginadas (con lo cual nuestro conocimiento de la realidad es siempre un acercamiento).
 Postulados para una filosofía de la historia
Estos elementos constitutivos de su forma de ver al mundo lo llevan a postular que para hacer una filosofía de la historia es necesario un conocimiento amplio de los acontecimientos pasados; falencia clara en los escritos de Herder. No se puede proyectar hacia el futuro las tendencias del pasado sin un conocimiento erudito del pasado.
Si uno mira hacia pasado “(…) puede verse en la histo­ria tanto un espectáculo de crimen organizado y locura colectiva, como (aunque con mayor imaginación) uno de abnegación y lucha por la liber­tad. La clave para entenderla no debe buscarse ni en ella misma ni en la teología, sino en una teoría de la sociedad y formas de Estado que hagan posible la convivencia de la libertad de cada uno con la de los demás. Esta perspectiva para pensar la historia la ofrece la filosofía prác­tica, cuyo pilar es para Kant la teoría ética. Esto implica que la recons­trucción del pasado no puede separarse de un proyecto de transforma­ción del presente, que puede caracterizarse como el programa de la «Ilustración», hacia una sociedad futura en la que el derecho sea el único poder sobre la tierra y logre imponer una paz perpetua.” (MATE,96)
 El proceso histórico debe tender a una meta que pueda aprobar la razón moral (un deber ser). Parte de la premisa que la naturaleza (¿o providencia?) no hace nada en vano por lo que las potencialidades del hombre (su intelecto) no se desarrollan individualmente o generacionalmente sino a través de una tendencia histórica.
Una filosofía de la historia burguesa
La concepción de historia  que tiene Kant, sintetiza los postulados de la burguesía en ascenso fundamentando la igualdad de derechos pero no la igualdad económica. “Kant arguye «que si la historia es el proceso en que el hombre se vuelve racional, no puede ser racional en su prin­cipio; por lo tanto, la fuerza que sirve de resorte al proceso no puede ser la razón humana, sino que debe ser lo opuesto de la razón, es decir, la pasión». (…)“(ROLDÁN, 83)
El egoísmo  y lo antisocial son elementos que fomentan el progreso y la armonía. Las contradicciones son parte del proceso histórico, pero las mismas no son antagónicas, excluyentes sino que por debajo de su aparente oposición tienden a la armonía final.
“El hombre tiene una tendencia a socializarse, porque en tal estado siente más su condición de hombre  al experimentar el desarrollo de sus disposiciones naturales. Pero también tiene una fuerte inclinación a individualizarse (aislarse), porque encuentra simultáneamente en sí mismo la insociable cualidad de doblegar todo a su mero capricho y, como se sabe propenso a oponerse a los demás, espera hallar esa misma resistencia por doquier. Pues bien, esta resistencia es aquello que despierta todas las fuerzas del hombre y le hace vencer su inclinación a la pereza, impulsándole por medio de la ambición, el afán de dominio o la codicia, a procurarse una posición entre sus congéneres, a los que no puede soportar, pero de los que tampoco es capaz de prescindir. Así se dan los auténticos primeros pasos desde la barbarie hacia la cultura (la cual consiste propiamente en el valor social del hombre); de este modo van desarrollándose poco a poco todos los talentos, así va formándose el gusto e incluso, mediante una continua ilustración, comienza a constituirse una manera de pensar que, andando el tiempo, puede transformar la tosca disposición natural hacia el discernimiento ético en principios prácticos determinados y, finalmente, transformar un consenso social urgido patológicamente en un ámbito moral. Sin aquellas propiedades —verdaderamente poco amables en sí— de la insociabilidad (de la que nace la resistencia que cada cual ha de encontrar necesariamente junto a sus pretensiones egoístas) todos los talentos quedarían eternamente ocultos en su germen (…) El hombre quiere concordia, pero la Naturaleza sabe mejor lo que le conviene a su especie y quiere discordia. “ (KANT)
Kant divide al proceso histórico de  la humanidad en dos etapas:1) la que va del Estado de la naturaleza a la sociedad civil y 2) de la sociedad civil (despótica) a la liberal que garantiza la iniciativa privada y limita la libertad. En esta última  el Estado garantiza el  orden y la seguridad; así el orden burgués se fundamenta como parte de la evolución natural de la humanidad. La paz interna no solo es una necesidad  a nivel nacional sino que los es también en el ámbito internacional, en tal sentido las naciones debe unirse en una confederación de naciones. Se desprende que el  sentido de la historia de la humanidad es ir a una paz perpetua bajo estados liberales.
*Profesor de historiología en formación docente
Bibliografía citada
KANT, Immanuel (1784) Ideas de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita
MATE, Reyes(ed)(2005) Filosofía de la historia, Madrid, Trota
ROLDAN, Concha,(1997) Entre Casandra y Clío. Una historia de la Filosofía de la historia, Madrid, Akal,
Publicado en El Popular. Semanario, Uruguay, 22 de noviembre de 2013, N 251, 3ra época

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