sábado, 22 de junio de 2013

La baja edad media (siglo XI-XV)



La baja edad media (siglo XI-XV)
Prof. Líber Romero *

Alrededor del siglo XI se realizan cambios a nivel productivo que modican la geografía humana europea (arado de punta de metal y vertedera, cultivo trienal, molinos de agua y mejora de la tracción animal con el arnés al pecho). La ciudades crecen en población e importancia comercial logrando en algunos sitios un estatuto propio (es el caso de la ciudades italianas). Este florecimiento económico va unido con el desarrollo de una cultura citadina que alcanza su máxima expresión en la creación de las universidades. La sociedad medieval se va complejizando con la aparición de un nuevo sector social: los burgueses.
En el siglo XI Aldalberón. Obispo de Laon,  expone que  “(...) la ciudad de Dios, que se cree una sola, está dividida en tres órdenes: algunos ruegan, otros combaten y otros trabajan. Estos tres órdenes viven juntos y no soportarían una separación. Los servicios de uno de ellos permiten los trabajos de los otros dos. Cada uno, alternativamente, presta su apoyo a todos”. Así se fundamentaba el papel del clero en la nueva sociedad feudal dividida en  tres órdenes o estados; en el plano de las creencias  esta división tripartita se verá reflejada con la aparición del purgatorio.
En el ámbito político los siglos XI -XIII ven el enfrentamiento entre el papa y el emperador en torno a la supremacía del uno sobre el otro. La discusión (la disputa de las dos espadas), se centra en que el poder religioso es superior al poder secular. El papa revestiría la “auctoritas” (el poder máximo) que delegaría la “potestas” (poder político, legislativo, administrativo); para el emperador el problema es tener dentro de su territorio a una institución autónoma gobernada por un “otro” externo. El conflicto se desarrolla en el ámbito teórico, político, diplomático y militar.

Las cruzadas y la influencia sobre la historiografía.

El desarrollo de las Cruzadas (1096-1270), esa gran empresa militar y religiosa, que implicó la movilización  y muerte de miles de personas en torno al rescate de la ciudad sagrada de manos de los “infieles” iniciará una crisis de larga duración. Clímax de fervor religioso movilizó a masas de europeos, que generó a su camino  pogromo a judíos y musulmanes, los puso en contacto con otras culturas y, en especial, con Bizancio y su preservación de la cultura grecoromana. 
Las Cruzadas generan un tipo de relatos sobre la peregrinación a la ciudad santa. En los mismos se mide el tiempo en función del propio viaje; el sentido del trascurrir esta poco desarrollado y el pasado aparece difuso (“antaño”, “desde hace tiempo”). La característica más general es la representación de los grandes acontecimientos de la historia sagrada.

Las universidades

En las universidades se va a desarrollar la escolástica, cuyo objetivo era llevar al hombre las verdades reveladas. La forma de hacerlo era a través de comentarios de los textos sagrados o consagrados, estos revestían el carácter de “auctoritas”. No se trata de buscar la verdad, que ya está dada por la revelación divina, sino tratar de entenderla. Los textos sagrados contienen toda la verdad-son atemporales- solo hay que hacerles las preguntas correctas. En función de ello utilizaran los instrumentos de la tradición griega, incorporando en forma bastante eclética nociones filosóficas. Independientemente de este formato de análisis mecánico y repetitivo por los recovecos comienza a aparecer un desarrollo del conocimiento nuevo.

El aristotelismo cristiano

Tomás de Aquino nació en 1225  en el seno de una familia noble. A partir de los cinco años, fue educado en la abadía de Montecasino en donde aprendió gramática, latín, música, moral y religión. Entre 1239-44 estudió en la Universidad de Nápoles, luego de lo cual se ordenó como monje dominico.  En 1252 ejerció como maestro de Teología en la Universidad de  Paris.  En este período escribe la Suma teológica.  Murió  en 1274
El dominico incorporó las  ideas aristotélicas- que habían ingresado desde la península ibérica a través de las obras de Avicena (ca 980-1037) y Averroes(1126-1198) - al razonamiento escolástico asumiendo que fe y razón eran medios compatibles de conocer la obra de dios. Nótese el cambio con respecto a las afirmaciones de Agustín de Hipona de que solo la fe permite el conocimiento. Obviamente la razón no sustituye a la fe, pero le puede servir al demostrar sus principios y aclarar sus verdades. Al final de su vida el tono de su razonamiento se vuelve pesimista al advertir que fe y razón pueden no ser coincidentes.
Los razonamientos de Tomas de Aquino dejan el camino fértil para afirmar el  contraste entre fe y razón, con lo cual el problema escolástico mismo se vacía de contenido. En ese camino encontramos primero los planteos de Denis Escoto (ca 1266-1308) y finalmente a Guillermo de Occam (1290-1349). Este último al considerar como dos caminos distintos a la fe y la razón permitieron a la investigación filosófica y científica un nuevo campo de acción. El desarrollo de estas ideas culminará colocando al ser humano en el centro del conocimiento y a la razón como único método válido.  

Las crónicas caballerescas y de la ciudad.

La pérdida de peso de la Iglesia y el aumento del poder de los monarcas feudales hacia necesaria una historia que reflejara estos cambios sociales. Esto permitió el surgimiento de la crónica caballeresca, que se comenzará a escribir en lengua vernácula para alejarse del latín (la lengua de la Iglesia).
Este relato laico justificará las acciones de los sectores en el poder para mantener su dominio. La visión aristocrática de los historiadores calla o censura las acciones de las masas campesinas, a modo de ejemplo para Froissart(1337-1410), refiriéndose  al levantamiento de 1358,  el pueblo carece de lógica, es irracional, fundamentando así la represión posterior por parte de los nobles. Así vemos como la irracionalidad de la masa es un viejo argumento conservador que esconde una crítica a una “racionalidad” distinta.
“De la dependencia de la historia con respecto al poder se derivan muchas servidumbre para el memorialista: la estrechez el campo de visión (que se limita a los hechos militares, a la vida de la corte y a las grandes ceremonias religiosa o civiles, ignorando por completo al pueblo) la utilización del estilo noble (o la ampulosa escritura de los borgoñeses, o la imitación del los autores antiguos como Thomas Basin), y finalmente, tomar partido por el príncipe que encarga la obra o que , por lo menos, la financiaba” (BOURDE- MARTI, p.54)
La crisis demográfica, económica, social y política que provoca la peste negra cuestionó el mundo tal cual era conocido y en su proceso de transformación surgirán nuevas voces y visiones de la historia.

*Profesor en historiología en formación docente
Bibliografía citada
BOURDÉ, Guy- MARTIN, Hervé, (1992) Las escuelas históricas, Madrid, Akal

Artículo publicado en El popular. Semanario, Montevideo, 21 de junio de 2013, N° 230, 3°época

La alta Edad Media.



La alta Edad Media.
Prof. Líber Romero*

El periodo histórico que conocemos como Edad Media (siglos V-XV) debe el nombre a los  hombres del Renacimiento que la veía como un tiempo de oscurantismo, de retroceso, en comparación con la época grecoromana. La idea de una etapa entre dos florecimientos tuvo (¿tiene?) onda repercusión en ideario colectivo. Los historiadores actuales han demostrado como el desarrollo medieval influye sobre las épocas posteriores (formas de producción e intercambio, relaciones personales, lenguaje, conformación de los Estados entre otras). La permanencia y el cambio de algunos de estos elementos han llevado a que se discuta su extensión(a modo de ejemplo TENENTI la finaliza a mediados del Siglo XIV y LE GOFF la extiende hasta el siglo XVIII), por las características de ese artículo evitaremos esta problemática utilizando la periodización clásica.

La alta edad media (siglos V-X)

Las invasiones bárbaras fueron distintas oleadas de grupos humanos que ingresaba dentro de los límites del imperio romano (ocupando el terreno en forma pacífica o violenta), terminando en el siglo V con la toma de Roma. A través de los siglos se produce la aculturación de los dos grupos (romanos y bárbaros),  la que se vio favorecida desde el principio porque los barbaros no eran los pueblos salvajes de los que hablan sus detractores de la época. Habían evolucionado en sus desplazamientos, la mayoría experimentó la influencia de las culturas asiáticas, del mundo iranio e inclusive del grecorromano en su versión bizantina. Poseían técnicas metalúrgicas avanzadas: damasquinado, técnicas de orfebrería y el arte del cuero Los bárbaros "no se presentaron como enemigos, sino como admiradores de las instituciones romanas. Se los podría tomar todo lo más como usurpadores” (LE GOFF, p.28). Se rodearon de consejeros romanos e intentaron con frecuencia adoptar sus costumbres. Eran paganos pero parte no menor de ellos se habían convertido al cristianismo en su versión arriana; que al convertirse en herejía a partir del concilio de Nicea generará un nuevo elemento de  discordia entre los católicos romanos y los bárbaros arrianistas (Ostrogodos, Visigodos, Burgundios, Vándalos y más tarde los Lombardos).
Eran sin dudas tiempos de confusión, por la mezcla de los invasores, cuyos pueblos se combaten y esclavizan entre sí, se entremezclan y en algunos casos crean efímeras confederaciones y por el terror, debido a que más allá de las exageraciones las devastaciones existieron.
El comienzo del siglo VI muestra a lo que era el imperio romano dividido entre las tribus bárbaras: los Anglosajones en Gran Bretaña, los Francos en Galia, los Burgundios en Saboya, los Visigodos en España, los Vándalos en África y los Ostrogodos en Italia. Es el siglo en donde Justiniano (el emperador bizantino) intentará reconquistar parte del territorio. El siglo VII es sacudido por la aparición del Islam y la conquista árabe. El siglo VIII es el de la preponderancia de los francos.
Frente a esta situación el panorama se vuelve agreste, la gente huye al campo y se busca la protección de un señor; el poder centralizado del imperio se fragmenta en miles de pedazos. En este contexto la iglesia y posteriormente el imperio van a ser los elementos unificadores frente a la dispersión.

La concepción cristiana y la historiografía.

La concepción cristiana fue hegemónica durante la Edad Media,  especialmente en los sectores de la élite. Debemos tener presente que la  ideología dominante no  se reproduce de forma mecánica en los distintos sectores de la sociedad que la recrean, adaptan o rechazan en la medidas de su posibilidades (las investigaciones ha mostrado la pervivencia de una cultura popular paralela y resistente).  La cultura escrita pertenece a una elite y los relatos históricos de esta época están destinados a reafirmar el poder de la iglesia o posteriormente a servir a los nobles. En función de lo anterior las afirmaciones sobre la concepción del tiempo y del universo no se pueden extender mecánicamente al conjunto de la población.
La historia, a partir del siglo VI, se convierte en el lugar de donde la interpretación de los designios divinos preceden a los móviles humanos “(…) se extraen hechos-pruebas, hechos-argumentos que poseen, dentro del discurso religioso, una credibilidad comparable con la de las autoridades bíblicas” (BOURDE-MARTI, p.34) y  se pueden distinguir, en forma general, tres formas de escritura histórica:
1-Las Hagiografías, en donde se relatan la vida de los santos y los milagros sucedidos. En general es un género ahistórico que se aparta del personaje estudiado para dar cabida a relatos milagrosos ”(...) la realidad  se modificó y hasta se inventó, aplicándose, en muchos casos, un mismo modelo a santos distintos. Los milagros los hechos y hasta los discursos, se repiten, tomándolos a menudo incluso de la antigüedad pagana. Pero se describen las costumbres de época, se aportan interesantes informaciones sobre la vida social y, con ello, se refleja la mentalidad medieval” (SANZ, p.135). Su importancia disminuyó con el tiempo y se hicieron varias recopilaciones (por ejemplo la Leyenda áurea del siglo XIII)

2-Los Anales  que son escritos realizados por los monasterios, en un principio realizados para fijar la fecha de las pascuas, comenzaron a relatar en forma escueta los hechos más importantes del año. Los que tenia interés “(...) para los monjes (elección de abades, recibos de reliquias, etc.), luego, otros relativos a la vida material de la congregación (hambrunas, incendios, etc.) y, por último, hechos de interés para la familia de los fundadores o protectores de la abadía (expediciones militares, castigos de rebeldes, etc.). Algunos ampliaron su radio a acontecimiento nacionales e internacionales” (SANZ, p.137). Posteriormente con el desarrollo de las ciudades ésta también generara sus propios anales.

3-Las Crónicas, que nos ilustran sobre los hechos relativos a la caída de Roma y el surgimiento de nuevos reinos. En donde se relata en forma a veces ingenua y otra mistificando los hechos que se han producido. Dentro de ellas la ”historias” abarcan un periodo de tiempo más extenso y tratan como central el papel de la iglesia, por ejemplo las obras de  Gregorio de Tours (538-394) “Historia de los Francia”, de Isidoro de Sevilla (560-636) “Historia de los Godos, Vándalos y Suevos o de Beda (673-735)  “Historia eclesiástica de Inglaterra”.
Los cambios producidos durante el período feudalización primero y concentración de poder después, la aparición de las ciudades y con ella de la burguesía comercial van mellando esta concepción de la historia. El pasaje de la ciudad de dios a la terrena será largo; especialmente  la historia amplía mucho su horizonte a partir de las Cruzadas.

*Profesor de historiología  en formación docente
Bibliografía citada
LE GOFF, Jacques, (1999) La civilización de occidente medieval, Barcelona, Paidos
SANZ, Víctor,(1985) La historiografía en sus textos: desde sus orígenes hasta el Renacimiento, Caracas
BOURDÉ, Guy- MARTIN, Hervé, (1992), Las escuelas históricas, Madrid, Akal
TENENTI, Alberto,(2003) La Edad moderna siglos XVI-XVIII, Barcelona, Critica, 2 °ed.


Artículo publicado en El popular. Semanario, Montevideo, 14 de junio de 2013, N° 229, 3°época

martes, 11 de junio de 2013

Vicisitudes de Marx



Vicisitudes de Marx
Líber Romero

Marx y Engels
Realizar un artículo dedicado a los 195º aniversario del nacimiento de Marx nos permite reflexionar sobre las vicisitudes de su obra, su difusión y esbozar un conjunto de criterios para abordar la misma. No se puede hablar de Marx sin hacer referencia a su amigo y compañero Engels, con el que escribió una parte importante de sus obras y discutió la mayoría. Dice Paul Lafargue, socialista y yerno del bávaro,  “La opinión de Engels fue siempre estimada por Marx como la primera, pues lo consideraba como el único capaz de ser su colaborador. Engels constituía para el todo su público y no ahorraba ningún esfuerzo para persuadirlo, para ganarlo a sus ideas. Yo lo he visto recorrer libros enteros, en busca del hecho del que tenía necesidad para convencer a Engels sobre o me acuerdo que punto secundario de la cruzada de los albigenses. Conquistar  la adhesión de Engels era un triunfo para Marx.”.
Uno puede encontrar diferencias en estilos de escritura, Engels es más didáctico  que Marx, y en temas de interés (filosófico, económico y político en uno o económico, militar y político en el otro). Estos elementos se han agrandado para ver diferencias conceptuales entre ellos. El objetivo de separar la elaboración de ambos, especialmente fuerte en la década del 60 del siglo pasado, era tratar de atacar por elevación a Lenin, que sería para estos críticos un engelsiano y no un marxista.
El hecho que llamemos marxismo a la teoría se debe a la defensa en torno a la primacía de Marx en los temas y descubrimiento que hiciera Engels. Según él “(…)descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto hasta él bajo la maleza ideológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o de una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo.
Pero no es esto sólo. Marx descubrió también la ley específica que mueve el actual modo de  producción capitalista y la  sociedad burguesa creada por él. El descubrimiento de la plusvalía iluminó de pronto estos problemas, mientras que todas las investigaciones anteriores, tanto las de los economistas burgueses como las de los críticos socialistas, habían vagado en las tinieblas.”

Sus obras

Marx fue un prolifero escritor entre obras terminadas, esbozos de la mismas, cartas y artículos periodísticos se cuentas más de 40 volúmenes de la obras (in)completas. En vida del alemán fueron pocos los libros que fueron publicados y  aún no se cuenta, en ningún idioma, con una edición completa de su obra. No creemos que sea necesario conocer hasta el último escrito de un autor para comprender lo esencial de su pensamiento, sin embargo es interesante comprender que el marxismo del siglo XX fue elaborado a partir de un conjunto reducido de las obras de Marx y Engels.
Dejando afuera los artículos periodísticos escritos en distintos medios en EEUU y Europa y que por lo tanto no componía una unidad visible, se puede ver que el corpus de libros marxista  era exiguo en comparación con lo que hoy tenemos acceso. Antes de 1848 fueron publicadas: La situación de la clase obrera en Inglaterra (E) La sagrada familia (M-E), La pobreza de la Filosofía (M), El manifiesto comunista (M-E). Después del 48: La lucha de clase en Francia (M), El dieciocho brumario de Luis Bonaparte (M). La guerra campesina alemana (E), Revolución y contrarrevolución en Alemania (M), Crítica de la economía política (M), El capital tomo 1(M), La guerra civil en Francia (M). Luego de la muerte de Marx, Engels se encargo de publicar  El capital tomos 2 y 3(M), La crítica del programa de Gotha(M-E) y en forma personal elaboró el Antiduhring, El origen de la Familia, la propiedad privada y el Estado, Ludwing Feuerbach.
Obras consideradas esenciales para comprender el marxismo recién vieron la luz en el siglo XX: Dialéctica de la naturaleza (E) en 1925, Manuscritos políticos-económicos (M) y La ideología alemana (M-E) en 1932, Los Grundisse (M) en 1939 (Para un análisis detallado de la difusión del marxismo ver el libro de Hobsbawn (2011)).
Después de la segunda guerra mundial se dio una interesante discusión sobre trabajos que no se habían publicado en vida de Marx y que lo mostraban  todavía imbuido del lenguaje hegeliano (los escritos de 1842- 44, en particular sus Manuscritos políticos-económicos). El espacio no da para hacer una valoración de estas importantes obras, pero es necesario hacer una puntualización, Marx era muy celoso de los textos a entregar a la imprenta (basta saber que el mismo corrigió la versión francesa del El capital o que tiro “a la crítica de los roedores” La ideología alemana) por lo que sus borradores hay que verlo como lo que son: textos en estado de desarrollo.
Hacer un corte de sus obras entre un joven Marx (hegeliano) y un Marx maduro (para Althusser se produce un corte epistemológico) puede servir analíticamente pero oculta el proceso de creación. La teoría marxista (y no solo ella) no surge de un día para otro en la cabeza de sus fundadores, es un desarrollo en donde la creación teórica se contrapone con la realidad. El proceso de elaboración, sus aproximaciones (conceptuales y terminológicas), las reflexiones, las depuraciones son inseparables del conjunto. Pensemos en el concepto de Estado que se va complejizado o el del tránsito del capitalismo al socialismo que con la experiencia de Comuna de Paris incorpora la categoría de la dictadura del proletariado.
Entre los borradores son de especial interés los textos reunidos en los Grundisse (que son los estudios previos a la elaboración del Capital) porque nadie ponen en duda que el Marx que los escribe ya ha desarrollado un lenguaje propio. Elaborado como apuntes su redacción es compleja y en algunos casos ambiguos para el lector. No obstante el esfuerzo que involucra su lectura es recompensado porque se ve el desarrollo de algunas ideas que trasciende la época, los esbozos de una posible sociedad nueva o se prevén evoluciones del capitalismo que recién se concretaran un siglo después. Estas posibilidades no aparecen en los textos publicados, seguramente porque no respondían a los criterios de comprobación y lógica interna que Marx exigía para sus trabajos.

Apuntes para un acercamiento

En el  siglo XX se pudo apreciar, en las organizaciones sociales, los partidos políticos o en el ámbito académico, que algunas difusiones del marxismo no respondía a los postulados teóricos de sus fundadores. Hobsbawn(1983) enumera un conjunto de conceptos de lo que llama “marxismo vulgar” y  que son representativos de esta transmisión deformada del marxismo. Sus características son 1-la creencia en que el factor económico es el fundamental (pese a la expresa mención de “determinación en última instancia”) 2- La división de la sociedad en un modelo de “base y superestructura” en una relación de dominio y dependencia (eliminando la contradicción y mutua influencia[i]), 3- mediada a lo sumo por los “intereses y la lucha de clases”  4. "Las leyes históricas y la inevitabilidad histórica”, en donde lo que se suceden en forma mecánica las formaciones económicas (Comunismo primitivo-esclavismo-feudalismo-capitalismo-socialismo-comunismo, siendo el proceso ineluctable e irreversible).
Salir de esta visión esquematizada del marxismo hace necesario un estudio sistematizado, para lo que sería recomendable  tomar en cuenta algunas de estas sugerencias.
La primera recomendación es leer a los autores directamente en su obra, lo que se puede realizar a través de una visualización  cronológica o temática. Una lectura cronológica serviría para ver los ajustes que los propios autores realizan pero la agrupación temática ayuda a ver los problemas resueltos en cada caso. Independientemente del abordaje no se debe olvidar que la obra está realizada en un contexto determinado y que algunos momentos su intención es polemizar con otros o consigo mismos (por ejemplo en el caso de los borradores).
Segundo, existe un número importante de manuales, serios y respetuosos, que permite una visión global de la obra de Marx, cualquiera es recomendable si se asume que es el comienzo y no el final de la lectura. Toda obra de síntesis es la interpretación de un autor que selecciona, valoriza y expone lo que considera importante (así existirá un Marx estructuralista o un Marx humanista).
Tercero, asumir que el marxismo es una guía para la acción y no un recetario de soluciones a todos los problemas. A veces se realiza un análisis escolástico (que implica tratar a los textos como inmodificable, perfectos, “cuasi.-sagrados”) al realizar citas sacadas de contexto. La práctica de la cita de autoridad sirve para terminar una discusión o iniciar un comentario pero no desarrolla el marxismo.
Cuarto, Marx y Engels no realizaron un desarrollo sistemático de su teoría (salvo parcialmente en el Antiduhring y no hay que olvidar que este es un texto en polémica) y hay espacios vacios o poco desarrollados (en la ética o la estética por ejemplo).
Quinto, el instrumental lingüístico que utilizaron para desarrollar sus conceptos y términos fue el del siglo XIX. Se nota como intentaron realizar ajustes, terminológicos para explicar mejor la realidad, en las distintas ediciones de sus obras. A modo de ejemplo en  sus primeros escritos económicos planteaban que el proletario vende su ”trabajo”, para posteriormente precisar que lo que hace es vender “su fuerza de trabajo”, es decir una potencialidad.
Sexto, la información sobre la ciencia y la historia en muchos caso esta perimida por avances posteriores de las mismas. Lo importante es aprender el método de análisis, en ver como abordan la realidad desde su marco teórico.
Por último la lectura del marxismo es activa, desde una práctica histórica concreta de transformación y de compromiso con los oprimidos. Hacerlo como una lectura erudita, contemplativa  o de estudio formal reduce y reseca al marxismo.
Artículo publicado en El popular. semanario, Montevideo, 10 de mayo de 2013, N° 224, 3°época
Bibliografía citada
ALTHUSSER, Louis (1967), La revolución teórica de Marx, México, Siglo XXI
BORON, Atilio (2010)Por el (necesario) regreso al marxismo”, PLED- Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, Buenos Aires
ENGELS, Federico (1883), Discurso ante la tumba de Marx
HOBSBAWN, Eric (1983), Marxismo e historia social, México, Universidad de puebla
HOBSBAWN, Eric (2011), Como cambiar al mundo. Marx y el marxismo 1840-2011, Buenos Aires, Crítica
LAFARGUE, Paul (1985), Por qué cree en dios la burguesía, Buenos Aires, Leviatán


[i]           “(…)Marx de ninguna manera decía que el complejísimo universo de la superestructura era un simple reflejo de las condiciones materiales de existencia de una sociedad. Por eso prosigue, en la cita que estamos analizando, diciendo que “el conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se eleva un edificio (Uberbau) jurídico y político y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material determina (“bedingen” en alemán. AAB) el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia.”
            (…)Veamos un poco: este pasaje de Marx fue tomado de una traducción al español de un texto originalmente escrito en alemán y a partir del cual se “certificaría” científicamente el carácter determinista del marxismo con las pruebas que ofrece un verbo - bedingen - torpemente traducido, por razones varias y acercade las cuales es preferible no abundar, como “determinar”. Sin embargo, de acuerdo al Diccionario Langenscheidts Alemán-Español los verbos bedingen y bestimmen tienen significados muy diferentes. Mientras que traduce al primero como “condicionar” (admitiendo también otras acepciones como “requerir”, “presuponer”, “implicar”, etc.), el verbo bestimmen es traducido como “determinar”, “decidir”, o “disponer”. En el famoso pasaje del “Prólogo” Marx utilizó el primer vocablo, bedingen, y no el segundo, pese a lo cual la crítica tradicional al supuesto “reduccionismo economicista” de Marx ha insistido en subrayar la afinidad del pensamiento teórico de Marx con una palabra, “determinar,” que éste prefirió omitir utilizando “condicionar” en su lugar. Habida cuenta de la maestría con que Marx se expresaba y escribía en su lengua materna y del cuidado que ponía en el manejo de sus términos, la sustitución de un vocablo por el otro difícilmente podría ser considerada como una inocente travesura del traductor o como un desinteresado desliz de los críticos de su teoría.”BORON