VICO: LOS CORSI Y RICORSI DE LA HISTORIA
Prof.
Líber Romero *
En
una época en donde predominaba el descredito de la historia, producto de la
primacía del pirronismo y el racionalismo, la figura de Giambattista Vico descolla
por su reflexión sobre el proceso
histórico. A contracorriente de las ideas dominantes ha sido catalogado de anticartesiano,
prerromántico o antimoderrno, independiente del acierto de algunos de estos
calificativo su obra trasciende a su
época e influyó sobre intelectuales de
distinta raigambre (Herder, Goethe, Michelet, Marx , Croce entre otros)
La historia y el racionalismo
René
Descartes (1596-1650) desarrolla la teoría de que existen ideas innatas,
previas a la experiencia, que permiten ordenar el mundo: “pienso luego existo”.
A partir de ello fundamenta que la razón humana puede estudiar y modificar el mundo que lo rodea, debido a que
el mismo es matematizable y medible. Su pensamiento no negaba a dios sino que
se lo asumía como un a priori
metodológico. La naturaleza- producto divino- se movía a través leyes naturales
que son invariables y que el hombre puede descubrir. La capacidad de
razonamiento era reflejo de la sabiduría
divina, al ser el elemento que el hombre comparte con su creador que lo hizo a
su imagen y semejanza.
Una
teoría que se fundamenta en la
existencia de ideas innatas es ahistórica por esencia. Es lógico que Descartes
desacredite a la historia por varios motivos: 1. El historiador evade el
presente para refugiarse en el pasado 2. No se puede hacer una reconstrucción
(relato) fidedigno del pasado 3) por lo que al no ser una construcción
verdadera no nos sirve como guía.
La
historia, que no lograba despegarse de su lugar como una literatura de apoyo
para la retórica o la política, conoció entonces un mayor descrédito. En tanto
que las ciencias naturales iban
estructurando y ampliando su influencia.
Giambattista Vico.
Nació
en Nápoles en 1668. Hijo de un librero que lo
impulsa para que estudie derecho. Fue un lector compulsivo aunque
desordenado, convencido católico que
intentó conciliar la ciencia que defiende con sus creencias. Entre 1686-1695
fue preceptor privado cerca del Marqués de Rocca en donde tuvo acceso a una importante biblioteca y a
los autores clásicos. En 1699 consiguió el puesto de profesor de retórica de la universidad de
Nápoles y en 1723 gana la cátedra de Derecho. Publica la Ciencia nueva en
1725, completada en 1730 y modificada
por última vez en 1743. En 1734 fue nombrado historiador real. Muere en 1744
La ciencia nueva.
Vico
parte de la base de que la naturaleza fue creada por dios al igual que el ser
humano, pero las conclusiones que saca se contrapone con el pensamiento
cartesiano. El hombre es un ser con capacidad de razonamiento y libre, sin
embargo al ser la naturaleza creación divina es incognoscible para él.
“ Vico asume el
planteamiento empirista de que lo que mejor conocemos es aquello que nosotros
mismos hacemos, elaborando sobre él un principio lógico-gnoseológico básico
que aplicará a su nueva ciencia histórica: verum et factum convertuntur esto es, que la condición para que se pueda
conocer algo con verdad —o sea, entender y no solamente percibir— consiste en
que el sujeto que conoce haya fabricado aquello que conoce. Para Vico, «el
criterio y la regla de la verdad es el haberla hecho»; verum es una verdad a
priori, y se obtiene, por ejemplo, razonando matemáticamente, donde cada paso
es rigurosamente demostrado; así, un conocimiento a priori puede extenderse
sólo a lo que el conocedor mismo ha creado; esto es verdad del conocimiento
matemático porque los hombres mismos han hecho las matemáticas, y lo es de todo
aquello que los hombres han forjado: casas, pueblos, ciudades, cuadros, esculturas,
artes y ciencias, lenguajes y literaturas, en definitiva, la historia; ahora
bien, los hombres no pueden crear el mundo físico, de ahí que no tengan de él
una forma de verum, sino de certum, es decir, no tienen de los procesos
naturales una scienza (platónica) sino una coscienza.” (ROLDAN,pp. 59-60)
Así el producto del accionar
humano a través del tiempo es un objeto valido de conocimiento de la ciencia
nueva: la historia. El proceso histórico consiste en que los seres humanos construyen sistemas de
lenguaje, costumbres, leyes, gobierno, etc.
Vico
saca a la historia de las ramas literarias para ubicarla como ciencia. Es a partir de esta afirmación que se propuso
formular los principios del conocimiento histórico. El historiador es capaz de
reconstruir fidedignamente el pasado a través de un procedimiento que lo
lleva a descubrir las leyes que mueven la historia pero debe seguir un método y
no caer en errores.
Método histórico
Vico
establece que existen un conjunto de principios metodológico con los cuales
abordar el pasado:
1- Existen
semejanzas, generales y no particulares, entre distintos períodos históricos
aunque se encuentren separados en el tiempo.
2- Establece un orden de sucesión entre ciclos
históricos: edad divina (teocrática y sacerdotal), edad heroica (arbitraria y
violenta) y edad humana (razonable y moderada). Cada nueva etapa de la historia
no conlleva un corte tajante con la etapa
anterior sino que la asume como
parte de su propio desarrollo. No hay
asumir que la sucesión entre las etapas se da siempre de la misma forma.
3- El
proceso histórico aparentemente circular no se repite y se transforma en un
espiral ascendente. La historia es como un río en donde se da el libre
desarrollo y existen recodos con sus cursos (corsi) y recursos (ricorsi); es un
proceso de acumulación que nunca se da exactamente de la misma forma por lo que
el historiador no puede predecir el futuro.
Advierte
a los historiadores para que no cometan errores frecuentes en su profesión:
1- Tener
una idea desorbitada de la grandeza de la antigüedad y por lo tanto pensar que
todo tiempo pasado fue mejor. En forma particular haciendo el relato de la
nación a la que pertenecen en forma positiva.
2- Al
ser el hombre el creador de la historia es un error asumir que cuando dos naciones tienen
semejanzas entre sí, es porque una lo aprendió o fue influida por otra. Cada
pueblo pudo haber llegado a construir instituciones semejantes. En todo caso
una sociedad aprende de otra, solo cuando su propio desarrollo histórico la ha
preparado para asimilar el cambio.
3- Se
deben estudiar críticamente las fuentes aunque estas hayan sido establecidas
por grandes autoridades. Las mentes de los doctos tienden a pensar que aquellos a quienes
estudian también son mentes académicas (produciéndose anacronismos). A lo que
se suma pensar que los personajes estudiados están más informados del pasado
por estar más cerca del mismo que nosotros.
Su
obra es de redacción ambigua y oscura, su providencialismo y anticartesianismo
ocultaran un conjunto de intuiciones brillantes. Afirma la heterogeneidad de
los procesos humanos, los que se dan en un proceso acumulativo de avances y
retrocesos. Asume la existencia de generalidades que transciende y permiten
explicar lo particular. Su obra recién será comprendida en otro marco
histórico, el del siglo XIX.
*Profesor
de historiología en formación docente
Bibliografía citada
VICO,
Giambatista (1725) Principios de una ciencia nueva. En torno a la naturaleza común
de las naciones
ROLDAN,
Concha (1997) Entre Casandra y Clio, Madrid, Akal
Publicado en El Popular. Semanario, Uruguay, 6 de
setiembre de 2013, N 240, 3ra época
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