LA ILUSTRACIÓN EN
FRANCIA
Prof. Líber Romero*
La ilustración es un movimiento,
con disímil incidencia según la región, que normalmente se asocia a Francia..
El concepto aparece en Alemania (Aufklärung), designa el acto de iluminar y no
la iluminación resultante. Desde el punto de vista historiográfico son dos los
autores que nos interesan rescatar: Montesquieu y Voltaire.
Montesquieu (1689-1755)
Procedente
de la nobleza busca defender los intereses de su clase, lo que se refleja en
que su ideal político es aristocrático. Su teoría de la división de poderes,
por la que es conocido, está basada en los contrapesos. No afirma la separación
rotunda de ellos sino la “armonía entre los poderes, una atribución conjunta e
indivisa del poder a tres órganos, la cosoberanía de tres fuerzas políticas y
también tres fuerzas sociales: rey, pueblo y aristocracia (TOUCHARD, p.311). Defiende
los cuerpos intermedios (parlamento y nobleza) como garantía para que la
monarquía no se vuelva despótica, afirma que “sin monarcas no hay nobleza y sin
nobles no hay monarca hay Despotismo”. Su modelo está más centrado en la Francia
medieval que en la Inglaterra de su época
En Cartas persas afirma que las costumbres
pesan más que las leyes, los hombres se cansan de ser virtuosos y los mejores
regímenes no duran mucho tiempo por lo que “nunca se debe hacer mediantes leyes
lo que se pude hacer mediante costumbres”
El hombre es naturalmente pacifico por temor y
debilidad y temor, al ingresar en relaciones con otros hombres entra en
conflicto, por lo que se establece el orden jurídico. Montesquieu afirma que existe
una Ley general que es la razón., pero debe explicar el motivo por el que hay
distintas formas de gobiernos. En los primeros capítulos de Espíritu de la leyes busca explicar estas
diferencias y al hacerlo relaciona un conjunto de elementos naturales con el
desarrollo del ser humano (convirtiéndose en un antecedente del determinismo
geográfico y la sociología).
“(…) el excesivo calor
enerva las fuerzas y el valor de los hombres, y que en los climas fríos tienen
cierto vigor de cuerpo y de espíritu, que los hace capaces de las acciones
largas, penosas, grandes y atrevidas, y esto se observa no solamente entre nación
y nación, sino también dentro de un mismo país y entre una y otra de sus
provincias. Los pueblos del norte de China son más valientes que los del mediodía; y los del mediodía de Corea no
lo son tanto como los del norte.
No hay pues por ello motivo alguno para admirarse que cobardía de los
pueblos de los climas cálidos los haya hecho esclavos casi siempre, ni de que
el valor de los que habitan en países
fríos los haya conservado casi siempre libres”. Pese a este razonamiento ni el
clima ni la constitución bastan para explicar la situación de un país “la
historia es inteligible y los hombres pueden hacerla”. En su obra hay una tipología de los gobiernos que es
abstracta con respecto a la realidad, pero que permite comprenderla. Su
análisis de la sociedad influirá sobre todo el siglo XIX.
Voltaire
(1694-1778)
Voltaire fue un polemista
mordaz e irónico, el “filosofo” por excelencia del siglo XVIII; los
historiadores francesa buscaran en su obra
un antecedente de una historia total, abarcativa del conjunto social. El
francés critica a la historia de su época por detenerse en detalles minúsculos,
en anécdotas sin profundizar “Se pone gran cuidado en
decir en qué día se dio una batalla, y se tiene razón. Se imprimen los
tratados, se describe la pompa de una coronación, la ceremonia de imposición de
un birrete, e incluso la entrada de un embajador, en que no se olvida ni a su
ujier ni a sus lacayos. Es bueno que haya archivos de todo a fin de poderlos
consultar en caso necesario; y yo considero hoy en día todos los gruesos
volúmenes como diccionarios. Pero después de haber leído tres o cuatro mil
descripciones de batallas y el contenido de varios centenares de tratados, encontré
que en el fondo no estaba mejor informado que antes”
Los ilustrados
consideraban que la historia debía
cumplir una función, en el caso de Voltaire se trata de “(…) que en las
historias particulares, se vea un detalle de nuestro crímenes, al fin de no cometerlos
más”. Busca que se describan las
relaciones causales que responden a regularidades, a través de la maraña de
acontecimientos la historia debe ir más allá de lo aparente. “(…) Me gustaría conocer las fuerzas de que disponía un país
antes de una guerra, si esa guerra las aumentó o las mermó. ¿Era España más
rica antes de la conquista del Nuevo Mundo que hoy? ¿Qué diferencia de
población tenía en tiempos de Carlos V y en los de Felipe II? ¿Por qué
Ámsterdam contaba apenas veinte mil almas hace doscientos años? ¿Por qué tiene
hoy doscientos cuarenta mil? ¿Y cómo se sabe esto positivamente? ¿En cuánto ha
aumentado la población de Inglaterra con respecto a la que tenía bajo Enrique
VIII? ¿Será verdad lo que se dice en las Cartas persas de que le faltan hombres
a la tierra y que está despoblada en comparación con los habitantes que tenía
hace dos mil años?”.
Voltaire apunta
a un historia que tenga como centro al ser humano “Leo en vano los anales de
Francia: nuestros historiadores callan sobre todo estos detalles. Ninguno ha
tenido por divisa:
Homo sum, humani nihil a me alienum puto [Hombre soy; nada humano me es
ajeno]". Sería pues preciso, me parece,
incorporar con arte esos acontecimientos útiles a la trama de los
acontecimientos. Creo que es la única manera de escribir la historia moderna
como verdadero político y como verdadero filósofo. “
Una historia que para ser universal debe abarcar a todos los
pueblos y no solo a los de Europa y el
cercano oriente. Esta apuesta a una historia universal centrada en el ser
humano cae en un determinismo histórico, Voltaire afirma que “tres cosas influyen sin cesar sobre el espíritu
de los hombres; el clima, el gobierno y la religión: esta es la única manera de
explicar el enigma de este mundo”
Según
Orzeszko en Voltaire se da una concepción de la historia en donde todo puede
ser determinado “Es desde esta perspectiva que se hace referencia a “la
fortuna” como “el encadenamiento de todos los sucesos del universo”, y el
“azar”, aprehendido como los que carece de causa, es tan sólo “una palabra
vacía de sentido: nada puede existir sin causa”” Pero más adelante el autor
agrega que “(…)esta visión determinista coexiste en Voltaire con el sentimiento
de que muchos acontecimientos en la historia son absurdos, irracionales, pero
quizá no tanto porque sean inexplicables, es decir, porque no puedan hallarse
causas antecedentes de los cuales derivarlos, sino más bien porque carecen de
una finalidad racional que los invista de un sentido superior(…)Con esta
dimensión moral, aparece en él una tensión entre la visión mecanicista,
casualmente determinada, de la realidad y las exigencias derivadas de sus
intereses éticos, que enfrentan y limitan aquella visión,” (BRAUER, p.248).
Así
la historia aparece como el
enfrentamiento entre la razón y lo irracional “Es una gran lucha, la lucha de
todos los seres pensantes contra los seres no pensantes (…) Todos los seres
pensantes deben estar tiernamente unidos (…) contra los fanáticos y los hipócritas,
igualmente perseguidores”. Su filosofía de la historia es en el fondo pesimista
“(….), pues, el progreso es un proceso muy lento, con
altibajos a lo largo de la historia, sin seguridad de éxito y sin una utopía
final, porque podrán mejorarse las costumbres, que es lo variable en la
historia, pero no la naturaleza humana, que es siempre una mezcla de razón y
pasiones mezquinas.”
(BRAUER, p.252).
*Profesor
de historiología en formación docente
Bibliografía
citada
BRAUER, Daniel (ed)
(2009)La historia desde la teoría, Buenos Aires, Prometeo
MONTESQUIEU (1721) Cartas
persas
MONTESQUIEU (1748) Espíritu
de las leyes
TOUCHARD, Jean (1988),
Historia de las ideas políticas, Madrid, Tecnos. 5ªed
VOLTAIRE (1751)El siglo de
Luis XIV
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