sábado, 12 de abril de 2014

El Materialismo histórico III: El modo de producción



El Materialismo histórico III: El modo de producción
Prof. Líber Romero*

La categoría de modo de producción fue el resultado de años de estudio sobre el desarrollo de distintos pueblos, culturas y civilizaciones desde los orígenes de la humanidad hasta la época que les toco vivir. Esbozado en “La ideología alemana” se fue desarrollando en los “Grundisse”, para alcanzar su formulación clásica en el “Prologo” de 1856

El modo de producción y su determinación

En el “Prologo” al “Contribución a la crítica de la economía política“ Marx realiza una síntesis de sus descubrimientos sobre el desarrollo social. Lo hace al mayor nivel de abstracción posible, mostrando la relación entre los componentes del modo de producción, eliminando las particularidades de la historia concreta.
Afirma que “”(…)en la producción social de su existencia, los hombres establecen deter­minadas relaciones, necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a un determinado estadio evolutivo de sus fuerzas productivas materiales La tota­lidad de esas relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cual se alza un edificio [Uberbau] jurídico y político, y a la cual correspon­den determinadas formas de conciencia social. El modo de pro­ducción de la vida material determina [bedingen] el proceso social, político e intelectual de la vida en general”( MARX, p.4-5).
Esta base económica, que es histórica,  es la que permite la producción y reproducción humana.  La relación entre la estructura y la superestructura ha sido parte de las polémicas interpretativas del marxismo. Es esencial distinguir entre una tesis fundamental del materialismo (“el ser social es lo que determina su conciencia. “) de la subordinación de la superestructura por parte de la estructura.

Una mala traducción

Atilio Boron ha llamado la atención sobre que  durante años nos hemos manejado con una mala traducción del pensamiento de Marx.  Analizando el texto del prologo, dice que (…)de acuerdo al Diccionario Langenscheidts Alemán-Español los verbos bedingen y bestimmen tienen significados muy diferentes. Mientras que traduce al primero como “condicionar” (admitiendo también otras acepciones como “requerir”, “presuponer”, “implicar”, etc.), el verbo bestimmen es traducido como “determinar”, “decidir”, o “disponer”. En el famoso pasaje del “Prólogo” Marx utilizó el primer vocablo, bedingen, y no el segundo, pese a lo cual la crítica tradicional al supuesto “reduccionismo economicista” de Marx ha insistido en subrayar la afinidad del pensamiento teórico de Marx con una palabra, “determinar,” que éste prefirió omitir utilizando “condicionar” en su lugar. Habida cuenta de la maestría con que Marx se expresaba y escribía en su lengua materna y del cuidado que ponía en el manejo de sus términos, la sustitución de un vocablo por el otro difícilmente podría ser considerada como una inocente travesura del traductor o como un desinteresado desliz de los críticos de su teoría.”(BORON)
Desconociendo el alemán uno puede compartir las precisiones de Boron en tanto concuerdan con las correcciones y advertencias de Marx y Engels sobre el tema; sin embargo, no se puede negar que el determinismo económico estuvo presente desde las primeras interpretaciones marxistas. El marxismo vulgar se caracteriza por ofrecer una explicación económica a todo sin tener en cuenta la relación dialéctica y la múltiple determinación del todo social.

La determinación en última instancia

Engels escribe en 1890 una carta a Bloch en donde afirma, que  “(…)según la concepción materialista de la historia, el factor que en última instancia determina la historia es la producción y la reproducción de la vida real. (…)La situación económica es la base, pero los diversos factores de la superestructura que sobre ella se levanta (…) ejercen también su influencia sobre el curso de las luchas históricas y determinan, predominantemente en muchos casos, su forma. Es un juego mutuo de acciones y reacciones entre todos estos factores, en el que, a través de toda la muchedumbre infinita de casualidades (es decir, de cosas y acaecimientos cuya trabazón interna es tan remota o tan difícil de probar, que podemos considerarla como inexistente, no hacer caso de ella), acaba siempre imponiéndose como necesidad el movimiento económico. De otro modo, aplicar la teoría a una época histórica cualquiera sería más fácil que resolver una simple ecuación de primer grado.” (MARX-ENGELS, t.3:514)
El materialismo histórico exige un continuo análisis de la realidad concreta, que permita conocer cuál es la parte del todo que determina al todo. El modelo teórico no puede sustituir a la realidad y la determinación  no es un “a priori” resuelto de antemano.
A continuación Engels afirma que “ la historia se hace de tal modo, que el resultado final siempre deriva de los conflictos entre muchas voluntades individuales, cada una de las cuales, a su vez, es lo que es por efecto de una multitud de condiciones especiales de vida; son, pues, innumerables fuerzas que se entrecruzan las unas con las otras, un grupo infinito de paralelogramos de fuerzas, de las que surge una resultante –el acontecimiento histórico--, que a su vez, puede considerarse producto de una fuerza única, que, como un todo, actúa sin conciencia y sin voluntad. Pues lo que uno quiere tropieza con la resistencia que le opone otro, y lo que resulta de todo ello es algo que nadie ha querido. De este modo, hasta aquí toda la historia ha discurrido a modo de un proceso natural y sometida también, sustancialmente, a las mismas leyes dinámicas. Pero del hecho de que las distintas voluntades individuales --cada una de las cuales apetece aquello a que le impulsa su constitución física y una serie de circunstancias externas, que son, en última instancia, circunstancias económicas (o las suyas propias personales o las generales de la sociedad)-- no alcancen lo que desean, sino que se fundan todas en una media total, en una resultante común, no debe inferirse que estas voluntades sean = 0. Por el contrario, todas contribuyen a la resultante y se hallan, por tanto, incluidas en ella.”(MARX-ENGELS, t.3:515)
El hombre hace su historia, a veces en forma inconsciente. Existen leyes históricas (que para el lenguaje de la época son las continuidades conocidas) pero es su conocimiento el que permite a los seres humanos revertirlas, transformarlas; hay una prevención ante el intento de convertir al materialismo histórico en una filosofía de la historia que intente definir un futuro inexorable, previsible en todos sus detalles (Marx y Engels fueron muy cautos al señalar características del socialismo y el comunismo).
Esta unidad dialéctica entre necesidad y libertad se verá al analizar el cambio social y el pasaje de un modo de producción a otro.
*Profesor de historiología en formación docente
Bibliografía citada
BORON, Atilio (2010)Por el (necesario) regreso al marxismo”, PLED- Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, Buenos Aires
MARX, Carlos-ENGELS, Federico, Obras escogidas en tres tomos, Moscú, Progreso, 1973
MARX, Karl, Contribución a la crítica de la economía política, México, S.XXI, 1986, 2ºed
Publicado en El Popular. Semanario, Uruguay, 11 de abril de 2014, N 263, 3ra época

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